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UNA MIRADA RETROSPECTIVA DEL COVID-19: ESTADÍSTICAS Y PREDICCIONES
UNA MIRADA RETROSPECTIVA DEL COVID-19: ESTADÍSTICAS Y PREDICCIONES
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Por Oscar A. Pinto* y Claudio D. Borsarelli**
Instituto de Bionanotecnología del NOA (INBIONATEC). Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
* O.A.P. es Investigador Adjunto de CONICET, especialista en Modelado Matemático y Jefe de Trabajos Prácticos de la UNSE
** C.D.B es Investigador Principal de CONICET, Prof. Titular en la UNSE y director del INBIONATEC
HOLA, SOY COVID-19…
A finales de diciembre de 2019, las noticias internacionales provenientes de Wuhan, China, describían la aparición de nueva enfermedad desconocida que atacaba el sistema respiratorio humano, similar a una neumonía. En breve, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asoció esos síntomas con un nuevo virus de la familia de los coronavirus, nombrado como virus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS CoV-2), con la característica de ser altamente contagioso, principalmente a través de las gotículas o spray de saliva o tos emitida por los infectados. El virus afecta el traco respiratorio y pulmones causando la enfermedad Covid-19 (acrónimo del inglés coronavirus disease 2019), con índices de mortalidad muy altos para poblaciones de adultos mayores, individuos inmunodeprimidos o con ciertas enfermedades preexistentes.
De hecho, durante estos últimos seis meses he-mos sido testigos del apabullante avance y contagiosidad del SARS CoV-2 en diferentes continentes, que ha causado el colapso de los sistemas de salud y la capacidad de control y atención de los enfermos de Covid-19 inclusive en países de primer mundo como Italia, España, Reino Unido, USA, y actualmente Rusia, por dar algunos ejemplos. La rápida evolución de la epidemia localizada en China culminó en la actual pandemia mundial declarada por la OMS, facilitada principalmente por efecto de la enorme interconectividad del mundo globalizado actual, donde miles de conexiones aéreas, marítimas, y terrestres movilizan cada día a millones de individuos entre países y continentes por razones de trabajo, turismo u otros intereses permitiendo la diseminación del virus con una rapidez sin precedentes.
Todo esto puede observarse en la infografía del mapamundi con la densidad de casos acumulados por país a la fecha del 25 de mayo pasado, demostrando la dispersión casi total del virus en el planeta, excepto la Antártida. Por tanto, era inevitable y solo una cuestión de cuánto tiempo le tomaría al virus de SARS-CoV-2 en dar la vuelta al mundo e ingresar en Argentina.
EL COVID-19 EN ARGENTINA
La vía obvia de ingreso del virus era a través de casos de viajeros que ingresaran al país provenientes de regiones infectadas. A finales de enero de 2020, la Cancillería Argentina recomendó que quienes deban ir a China evitaran el contacto con individuos que tengan problemas respiratorios. Por aquellos días, la OMS declaraba la emergencia de salud pública internacional por el brote epidémico de Covid-19, aunque el ministro de Salud Dr. González García aseguraba que la Argentina no tenía casos de coronavirus y que pensaba que por distancia geográfica, nuestro país estaba relativamente aislado. Sin embargo, en febrero, no solo China, Corea del Sur, Irán e Italia declaraban que el virus circulaba entre sus ciudadanos, sino que nuestro vecino Brasil hacia el mismo anuncio, encendiendo las alertas epidemiológicas en el subcontinente: el Covid-19 ya estaba instalado en la región. En particular, Italia tenía alrededor de 12 vuelos directos a nuestro país, y para fines de nuestro verano había una masa importante de turistas recorriendo sitios “críticos” de contagio como el extremo asiático, Europa, y USA. Para esa fecha, ya se buscaba sin éxito al paciente cero en Argentina, hasta que el 3 de marzo se informó el primer caso de Covid-19 en Ciudad de Buenos Aires (CABA)...un hombre de 43 años que había regresado de la región de Lombardía en Italia. El segundo caso se detectó a los dos días posteriores también en CABA, y para el 6 de marzo se informa el primer caso en Córdoba, sumando 8 casos totales en el país. El 7 de marzo se con-firma la primera muerte por Covid-19 en Argentina, haciéndonos entender en los hechos que este peligroso virus ya estaba diseminando entre nosotros, en simultáneo con la declaración de pandemia de Covid-19 de la OMS el 11 de marzo.
Las noticias no alentadoras de la situación epidemiológica en Italia y España, que claramente demostraban que sin medidas sociales firmes, los sistemas sanitarios no tenían capacidad suficiente (ej. camas de terapia intensiva, respiradores, etc.) para contener a los pacientes más graves, en particular los adultos mayores. Esto ponía a la Argentina con sus viejos problemas estructurales y eco-nómicos en una situación de alto riesgo epidemiológico por la baja capacidad de unidades de terapias intensivas y personal médico especializado que se pudiera necesitar en el pico de la pandemia y que el sistema de salud colapsara. Para evitar esta situación, la única opción es tomar medidas que disminuyan la tasa o ritmo de contagio. Según se conoce por estadísticas de los países europeos y asiáticos, la expansión sin contención de la pandemia Covid-19, implicaría que un contagiado puede infectar entre 2 y 3 personas sanas por día.
Para tener una noción de cómo crecen los contagios, pensemos que si el primer infectado (paciente cero) que contagie a 2 personas sanas, el segundo día tendremos 3 infectados que cada uno de ellos contagiara a 2, generando un total de 6 infectados. Al tercer día habrá a 12 contagiados, y así sucesivamente. En principio, esta progresión matemática no parece ser muy grave pero al décimo día se alcanzaría los 1536 infectados, y al decimoquinto día la suma de 49152 infectados. Este tipo aumento se conoce como crecimiento exponencial, por la función matemática que la describe.
“Suponiendo un crecimiento exponencial para la pandemia Covid-19 en un escenario sin ningún tipo de control sanitario, para el caso que cada infectado contagie dos individuos sanos podría alcanzarse más de 1.200.000 infectados luego de 53 días de detectado el primer caso ”
¿DE CUARENTENA EXITOSA A SETENTENA DUDOSA…?
El 20 de marzo de 2020, el Gobierno Nacional anunció la vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) o cuarentena mediante el Decreto N° 279/2020, como la principal herramienta de prevención a la expansión de la pandemia de Covid-19 en Argentina, a falta de tratamientos clínicos aprobados, y el concepto de “aplanar la curva” comenzó a propagarse en los medios de difusión incluso más rápido que la misma enfermedad. A la fecha ya llevamos más de 77 días de iniciada la cuarentena obligatoria, la cual ha sido extendida por las autoridades nacionales en varias ocasiones incluyendo algunas medidas puntuales de flexibilización. Por lo tanto, cerca de transformarse en uno de los periodos de cuarentena de Covid-19 más prolongados del planeta, vale preguntarse …
¿Cuán efectiva resultó esta medida desde el punto de vista sanitario?… Para analizar dicha pregunta, en la gráfica 1 mostramos la evolución de las cantidades de casos totales de infectados (IT), infectados activos (IA, que son los pacientes que actualmente padecen la enfermedad), recuperados (R) y decesos (D), versus los días transcurridos de pandemia desde el 3 marzo (día cero) cuando se detectó el primer infectado de Covid-19 en CABA. Las líneas verticales separan los intervalos de las extensiones del ASPO decretadas desde el 20 de marzo. La curva azul muestra la evolución exponencial de casos de IT si no se hubiera decretado la ASPO ni tomado ninguna medida de prevención. Esta curva tiende a valores cada vez más grandes con el transcurso de la pandemia. En cambio la curva bordó nuestra la evolución de los ca-sos de IT a partir de los datos oficiales del Ministerio de Salud, donde puede observarse que la implementación del ASPO permitió el marcado aplanamiento de los casos hasta finales de la 3ra extensión del ASPO. Por ejemplo, al 01 de abril, cuando se extendió por primera vez la cuarentena, se redujo en un 77% los casos de infectados por efecto del ASPO. Esta diferencia se hace mucho más dramática cuando trascurren los días, ya que modelo exponencial predice la cantidad hipotética de1.2 millones de infectados para el día 25 abril, una cifra tremendamente superior a los casi 17.000 casos acumulados hasta la fecha, reflejando la eficacia absoluta del ASPO para el control de la pandemia COVID-19.
La grafica I también muestra que la evolución de los casos de IT, IA, y R se han incrementado notoriamente a partir de la 3ra extensión del ASPO; posiblemente por los cambios en la definición de caso sospechoso, aumento de números de testeos, cambio de los protocolos de detección, flexibilizaciones en el aislamiento, o quizás mayor circulación del virus en lugares puntuales como el AMBA.
Recientemente, los países más afectados de Europa como España e Italia, han reportado estar en la fase decreciente de la pandemia, ya que tanto la cantidad de decesos e infectados diarios está disminuyendo progresivamente. Para nuestro país, podemos “estimar” en cual estadio de la pandemia transitamos mediante la varia-ción de las diferentes tasas porcentuales que se muestran en la gráfica 2. La Tasa de Letalidad (TL) representa la porcentaje de personas diagnosticadas con la enfermedad que fallecen durante el curso de la enfermedad, es decir TL = (D/IT)x100, y puede observarse que durante la mayor parte del ASPO se mantuvo debajo del 5%, indi-cando que aproximadamente fallecen en promedio 5 per-sonas por cada 100 infectados.
Por otro lado, TL correlaciona con la cantidad de testeos por millón de habitantes que se realicen. Hasta el 1 de junio la Argentina realizó 3616 testeos por mi-llón de habitantes. La OMS sugiere que para el control de la cantidad de testeos necesarios, se defina la Tasa de Positividad (TP) = (N° casos positivos / N° testeos)x100. Lo ideal es que TP oscile entre 10% al 20%, ya que valores mayores implica que se deben aumentar los nú-meros de testeos, mientras que valores menores sugiere que la metodología de testeos no es eficiente. La curva de TP en Argentina muestra que alcanzó un máximo del 30% a finales de marzo, cuando se debatía públicamente si los números de testeos eran suficientes. De hecho, entre abril y mayo, el valor de TP disminuyó sensiblemente por debajo del 10% y al 21 de mayo tiende a un valor prome-dio cercano al 10%, y posiblemente tienda a la franja de valores recomendados con a la aplicación de los nuevos kits “made-in Argentina” de testeo como COVIDAR IgG® y NEOKIT-COVID-19® desarrollados por colegas del CONICET.
La gráfica 2 también muestra otros parámetros también merecen ser evaluados, como la Tasa de Recu-perados TR = (N° recuperado/N° infectados)x100 y la Tasa de Mortalidad (TM) como la cantidad de fallecidos por Covid-19 por cada millón de habitantes. Ambas tasas aumentan en forma constante desde decretado el caso cero, lo que indicaría que aún no se ha alcanzado el pico de la pandemia en nuestro país. Esta ralentización es consecuencia propia de la aplicación eficiente del ASPO, cuya meta principal es permitir mejorar las condiciones y recursos del sistema de salud para para evitar que sea sobrepasado abruptamente cuando se alcance el pico de infectados en los próximo días, como ocurrió actualmente en Chile, por citar un ejemplo cercano.
Sin embargo, de acuerdo al protocolo de testeos utilizado hasta la fecha en nuestro país, se espera que en realidad haya más infectados que los casos detectados e informados. Aun así el efecto del ASPO decidida en tiempo y forma apropiada ha demostrado ser una herramienta eficiente para reducir el impacto negativo del Covid-19 en Argentina, si se compara con lo ocurrido en algunos países europeos y sudamericanos, donde las cuarentenas obligatorias fueron sancionadas cuando el virus ya circulaba intensamente entre la población.
“El aumento constante de la tasa de mortalidad por cada millón de habitantes indica que aún no se alcanzó el pico de contagios de la pandemia Covid-19 en Argentina”
ELLOS Y NOSOTROS…
En un escenario de crisis mundial desconocida, cada país ha sobrellevado la pandemia de Covid-19 con diferentes estrategias y medidas de prevención (ej. cuarentena es-tricta o relajada, uso de barbijos, guantes, etc.), y obvia-mente en cada caso existen variables y particularidades difíciles de comparar como distribución demográfica, cali-dad y estilo de vida, comportamiento social, locación geo-gráfica, etc. De hecho, la Argentina tuvo debates diplomá-ticos con países de características disímiles como Suecia y Chile sobre los pros y contras de las estrategias tomadas para el control de la pandemia en cada país.
Una comparación ilustrativa sencilla es la que se muestra en la gráfica 3, donde se comparan los valores de la Tasa de Mortalidad (TM) al día 77 de haberse detectado el paciente cero en cada país. Según este índice en Sudamérica, puede observarse que Paraguay y Argentina que sancionaron las medidas de control a poco tiempo del inicio de detección de decesos por Covid-19 obtuvieron un cantidad significativamente menor que los países que tomaron medidas similares en forma tardía, por ejemplo Brasil que aún no supera el pico de contagios, o de Italia y España que se encuentran en la fase recesiva de la pandemia con un saldo de fallecidos notorio.
Una radiografía similar puede extrapolarse hacia el interior de nuestro país. Las estadísticas oficiales indican que prácticamente mas del 80% de infectados y fallecidos por Covid-19 en Argentina se concentran en el enorme conglomerado urbano que conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que incluye la Capital Federal y Gran Bs.As. Sin embargo, por diversos factores socio-económicos, provincias como Córdoba y Chaco, también concentraron numerosos casos, mientras que otras como Catamarca y Formosa están libres de Covid-19 desde iniciada la pandemia. Esto nos demuestra la potencia infectiva del SARS-CoV-2, que en poblaciones donde se localiza rápidamente se disemina por contacto directo entre personas.
En el caso de las provincias sin nuevos casos reportados de Covid-19 en las últimas semanas, han comenzado a morigerar las restricciones de la cuarentena, permitiendo en forma acotada la reunión de personas, salidas recreativas, como por ejemplo San Luis, o como Jujuy que ha programando un regreso diagramado a la escolaridad presencial y permitido el turismo interno. En contraposición, distritos como Córdoba y la misma CABA, tuvieron que retrotraer ciertas medidas de flexibilización por la aparición de nuevos brotes. En relación a nuestra provincia, los informes oficiales del Ministerio de Salud de Santiago del Estero registran al 1 de junio solo 21 casos confirmados, 15 recuperados y afortunadamente ningún fallecimiento por Covid-19. En total se han descartado 1280 casos sospechosos, que representa un 98.3% del total, con una TP = 1.6%, afortunadamente como consecuencia de la no circulación comunitaria del virus en nuestro distrito.
“Más del 80% de infectados y fallecidos por Covid-19 en Argentina se concentran en el enorme conglomerado urbano que conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que incluye la Capital Federal y Gran Bs.As.”
CONCLUSIONES
La pandemia de Covid-19 ha puesto en brutal evidencia las desigualdades sociales, económicas, y demográficas que existen desde hace años en Argentina y otros países en desarrollo. Pero también mantiene desconcertados a grandes potencias mundiales.
Luego de una cuarentena obligatoria tan prolongada por la atención a la emergencia sanitaria, existe también la necesidad de la reactivación económica y social, las que pueden realizarse con el virus aun activo y circulando en algunas poblaciones. Por tanto cabe preguntarse cuales condiciones y restricciones se deberán tener en cuenta para minimizar el rebrote del Covid-19. Muchos especialistas en los medios declaran que sin desconocer las implicaciones económicas, hay que ser precavidos en la forma de culminar la cuarentena. Queda de manifiesto que las medidas del ASPO y sus extensiones han sido positivas desde el punto de vista sanitario, y de crítica importancia en el actual momento en el AMBA y otros distritos populosos donde el SARS-CoV-2 ha ingresado en sectores barriales muy carenciados y desprotegidos.
En estos casos, los especialistas en salud junto con los dirigentes gubernamentales deberán analizar y extremar medidas localizadas de contención y profilaxis para controlar los focos críticos de contagios, mientras que otros distritos con menos riesgos deberán volver a la actividad social y económica de manera programada y progresiva, con un férreo control de los parámetros epidemiológicos discutidos en este artículo para evaluar si se continua progresando en la apertura social o si debe retroceder en la misma, con la consigna máxima de preservar la salud y vidas de los argentinos.
Este informe se realizó sobre la base de datos oficiales del Ministerio de Salud de la Argentina y de la provincia de Santiago del Estero, y es parte del monitoreo semanal de evolución de la pandemia de Covid-19 en la Argentina que realiza el INBIONATEC. (www.inbionatec.conicet.gov.ar).